Ha hecho mucho calor en Francia estas últimas semanas. Entre los viajes diarios bajo un sol abrasador, las noches bochornosas y los ventiladores a tope, nuestros cuerpos nos piden a gritos: ¡bebe! Y si pensabas que solo el jugo o el agua te ayudaban a mantenerte hidratado, piénsalo de nuevo. Hay alimentos que son mucho mejores y, además, te cuidan por dentro y por fuera.
Sí, no tienen la reputación más atractiva, ¡y aun así! El pepino, el apio y la lechuga son auténticas fuentes de pura frescura. ¿Su secreto? Un contenido de agua superior al 95 %. Son pequeñas fuentes portátiles que puedes disfrutar a cualquier hora del día, sin remordimientos.
Imagina una ensalada fresca con finas rodajas de pepino, tallos de apio triturados a mano como si fueran patatas fritas, o unas hojas de lechuga fresca envueltas en un wrap vegetal. Además de hidratarte, también te aportará fibra, vitaminas y minerales. Un auténtico estímulo para tu digestión y tu piel.
¿Te encantan los postres dulces? Buenas noticias: la naturaleza lo tiene todo. La sandía , con su 92 % de agua, es tu aliada gourmet en los días calurosos. Se derrite en la boca, calma la sed y te saca una sonrisa. El melón no es la excepción, y las fresas le dan un toque ácido irresistible. Por no hablar de los melocotones, jugosos como nunca, que te refrescan desde el primer bocado.
¿Qué hay mejor que los jugos industriales? Dulzura natural, sin azúcar añadido, sin conservantes ni colorantes artificiales. El auténtico sabor del verano, listo para disfrutar. Y, además, son ricos en antioxidantes que ayudan al cuerpo a combatir el estrés oxidativo, a menudo exacerbado por el calor extremo.
En la familia de las verduras de verano, ¡aquí están las estrellas! Los tomates, ya sean de carne, cherry o piña, están compuestos por un 94 % de agua. Una rodaja de tomate maduro sobre una tostada o en una ensalada Caprese es un placer sencillo que hidrata de maravilla.
Los pimientos morrones, por otro lado, pueden contener hasta un 93 % de agua. Y el calabacín, a menudo subestimado, adquiere un sabor mágico al cortarlo en rodajas finas para preparar un carpaccio con aceite de oliva y limón. Estas verduras son perfectas para variar texturas y colores en el plato, con un objetivo claro: refrescarse de forma inteligente.
No siempre pensamos en sopas cuando sube el termómetro. Sin embargo, un gazpacho andaluz frío o un caldo ligero servido caliente pueden convertirse en tu secreto para hidratarte. Estas preparaciones líquidas, a menudo elaboradas con verduras ricas en agua, son una excelente alternativa para reponer líquidos sin pensarlo.
¿Y qué hay de la leche ? Compuesta en un 90 % de agua, también contiene electrolitos naturales, como el sodio y el potasio. Estos minerales desempeñan un papel fundamental en la retención de líquidos del cuerpo. Por eso, la leche (vegetal o no) a veces es más hidratante que el agua pura después del ejercicio físico.
Los jugos de fruta, incluso los 100 % puros, a veces pueden ser un mal amigo. Si bien brindan una sensación de frescura inmediata, también contienen mucha azúcar y poca fibra. El resultado: una rápida absorción, pero una hidratación de corta duración. En cambio, los alimentos ricos en agua liberan el líquido lentamente, a la vez que aportan nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
Según Harvard Health Letter , consumir alimentos ricos en agua es una estrategia sencilla pero eficaz para mantenerse bien hidratado. También es un buen consejo para quienes suelen olvidarse de beber o no les gusta el agua natural.
Así que no hace falta embarcarse en recetas complicadas ni llenar la nevera de botellas. Así que, en lugar de beber zumo con 12 gramos de azúcar por vaso, ¿por qué no probar una buena y fresca rebanada de sandía? Tu cuerpo te lo agradecerá. Y tu paladar también.
2025-07-04T19:42:54Z