Sucedió hace algo más de 18 meses, a finales de 2022, y la noticia dio la vuelta al mundo. World Aquatics, el organismo supranacional de deportes acuáticos, anunciaba que por primera vez estaría permitida la participación de hombres en las pruebas de natación artística dentro de unos Juegos. Ocurriría en París. Sin embargo, a mes y medio para la inauguración de la cita olímpica, la burbuja ha estallado. Bill May, que reunía todas las papeletas para convertirse en el primer nadador masculino en la historia de los Juegos, no acudirá.
Así se supo este sábado, cuando la seleccionadora del equipo de Estados Unidos de artística, la laureada española Andrea Fuentes, comunicó la convocatoria de quienes irán a París. Y, entre las ocho personas integrantes (más una suplente), no figura May. “Ha sido un proceso largo, calculado, con decisiones muy duras desde Doha”, confiesa en un comunicado Fuentes, quien recuerda que en los Mundiales del pasado febrero, cuando se logró la clasificación olímpica por equipos, “cada uno hizo historia y brindó renovadas esperanzas a este país. Eso nadie se lo podrá quitar, esos 12 serán para siempre nuestros héroes”.
“Ha sido un proceso largo, calculado, con decisiones muy duras desde Doha”
May participó de ese equipo en los últimos Mundiales, colgándose medallas con la rutina acrobática tanto en Fukuoka 2023, con una plata, como hace cuatro meses en Doha, con un bronce. Pero la reducción de 12 a ocho integrantes en los Juegos, y el duro proceso de selección llevado a cabo concienzudamente por Fuentes, a la que nada puede achacarse porque ningún otro país aportará hombres a la cita olímpica y como en todos los casos busca los mejores resultados, le han apartado de la posibilidad de hacer historia. Por filosofía, condiciones físicas y técnicas, habilidades y aptitudes, por ahora seguirá siendo en París un deporte netamente femenino.
Precisamente el estadounidense reconocía recientemente, en unas declaraciones recogidas por The Independent, que “sería devastador no entrar en el equipo olímpico. Me dejaría la sensación de que tendría que haber hecho algo diferente o haber trabajado más duro”. Lo triste en este caso es que, a sus 45 años, difícilmente aguante otro ciclo olímpico, pues consideraba ésta la oportunidad de su vida.
Hace la friolera de 35 años que Bill May se sumergió en el mundo de la natación artística, entonces sincronizada, cuando a los diez quedó prendado por esta especialidad y se apuntó a clases para acompañar a su hermana, que la practicaba. Y lo siguió practicando hasta 2004, cuando tuvo que animar desde la grada a sus compañeras del equipo Estados Unidos en los Juegos de Atenas. Su militancia activa para la participación masculina ha sido decisiva para llegar a estos días.
Se retiró entonces, con 25 años, para enrolarse en el Cirque du Soleil, en Las Vegas. Y volvió, primero, al conocer la inclusión de hombres en certámenes internacionales y, en última instancia, tras la llamada de la propia Fuentes, que en sus manifestaciones públicas siempre lo ha considerado un ídolo.
“Es una persona increíble. Es brutal cómo nada. Me autoimpongo que si he de competir con él tengo que hacerlo mejor, y mira que lo hace bien. Es un objetivo”, relataba recientemente en AS otro de los pupilos de May, un Dennis González que sí apuesta por participar en Los Ángeles 2028.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.
2024-06-08T21:21:01Z dg43tfdfdgfd